La Partida.
No vendería su voz pues se arriesgaba a no poder disfrutar nunca más de sus silencios. Por eso continuaba saltando de plataforma en plataforma siempre alerta ante los nuevos obstáculos, siempre con miedo a un "game over" definitivo. La vida como un videojuego liberado de toda virtualidad, ascendiendo por la textura de cada experiencia como por estructura de metal y cielo.Pensaba en ganar la partida y acceder al castillo de la princesa aún cuando hace ya mucho que la princesa se independizó del castillo, de la realeza y de la monótona e insulsa realidad.
4 comentarios:
Pues parece que el andamio era para reparar el castillo,
una imagen espectacular,
que tengas una feliz semana.
saludos.
Aterrizo en tu blog por casualidad (así son los mundos de internet) y no quería dejar pasar la oportunidad de felicitarte por él.
Si no te importa, me gustaría visitarlo de vez en cuando.
¿las princesas tambien vienen de las ranas?
La vida como una partida por jugar, entre la realidad y la ficción. Me gusta...
Un abrazo.
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