Como tenían miedo a ser rechazados; nada más llegar a su nuevo hogar, la familia en pleno salió aquel día de compras dispuesta a adquirir las mas económicas y sugerentes máscaras sonrientes usadas en aquella ciudad.
lunes, 22 de junio de 2009
Mala Reputación.
Etiquetas:
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Ser uno mismo,
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11 comentarios:
yo tambien sonrío borde.
Un saludo.
Siempre con la memoria de Ferrer
Yo, a veces, no sonrío.
A veces, sí.
Pero nunca sonrío sin ganas. No sé hacerlo.
Buenísma la foto y el texto hasta en rima lo escribiste, te luciste amigo.
Un fuerte abrazote.
Cuidate.
Eso de las máscaras me acordó a un escrito ... lo pondré en mi post y a ver si te gusta ... se llama "Disfraces"
Un beso
Caretas de yeso...
Grande Paco!
Brillante. Mejor unirse a la mayoría, sin duda.
Besos y aplausos.
Mal asunto ese de cambiar la cara para no ser rechazado...
Esconderse tras una máscara para ser aceptado, para ser como los otros desean que seas siempre se vuelve en contra de uno mismo.
Un beso, Queiles. Ya ando de nuevo por aquí.
que original eres!!!
Los humanos somos gregarios, precisamos de ser aceptados dentro de un grupo, quizás como los cánidos con las manadas.
Las ventajas de pertenecer a un grupo son múltiples,a veces incluso se te resulven necesidades básicas como trabajo, comida, etc...
Los jefes dominantes siempre tendrán sus reglas,el que no las acepte será expulsado,....pero siempre le quedará la esperanza de ser lider de su propia manada, fuera del grupo anteriormente establecido, no es fácil.
Bueno, las máscaras quizas sean necesarias para la supervivencia.
No lo sé, saludos.
Eso, eso que hablen de nosotros, aunque sea malamente!
jajajaja
Saludos!
Ufff malo ponernos máscaras ante los demás para ser aceptados, pero peor ponerlas ante nosotros mismos y vivir engañándonos.
saludos
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