Última función
El teatro estaba desierto.Aún encontrándose solo en el escenario, como en medio de una tormenta, sabiendo que el vacio inundaba todo más allá del foso, en el patio de butacas, y que los palcos desvencijados bostezaban una parálisis de siglos, el insigne actor no dejó de poner toda la vida en la interpretación de su monólogo.
Ni viento, ni marea lo hacían desfallecer.
12 comentarios:
Pués el actor hacía lo que tenía que hacer: actuar, hubiera gente o no. Valentía y principios sólidos...
No había escuchado esta canción nunca, mira tú!!!!! Me gustó. Y es verdad: se tiene miedo al que no tiene miedo.
Buenos días, señor Queiles. ¿también tienes vacaciones ahora??? Disfrútalas.
La función debe continuar siempre, aunque sea la última.
el monólogo nos vive, nos interpreta a nosotros mismos... incluso fuera de los escenarios
un abrazo
Como un Moliere pos-moderno.
saludos!
Es lo que tienen los grandes actores: una entrega total a su papel, una fusión completa con su guión.
La canción es buenísima, todo un himno.
Un beso y feliz semana.
Me apasionan los monólogos. Buenisímo...
Un saludo
mj
En el caso del actor; pero el buen hacer de quien realmente trabaja en lo que le gusta, lo hará hasta el úlitmo aliento.
Un beso Queilles
Pues este actor es digno de mi mas profunda admiración, porque sabe q debe superarse a sí mismo, ser su profio juez :)
el amor al arte le daba valor...
El teatro de la vida debe continuar, unos actuamos como marionetas y otros son los que nos manejan.
Un besazo.
por eso creo que los artistas son muy valientes!!!
Me gustan tus entradas tan escuetas pero muy literarias.
Saludos.
Publicar un comentario