martes, 4 de noviembre de 2008

Parte de guerra.

Rehén.
Estaba desorientado y tenia mucho frio. Tras el largo viaje los bajaron del camión y los metieron rápidamente en aquel lóbrego y húmedo agujero de algún lugar del país. La oscuridad era casi total pero podían oír un cierto ajetreo al otro lado de la puerta. Estaban allá apretujados y casi sin poder moverse y él empezaba a sentir un fuerte ahogo del que a duras penas se mantenía consciente. Aquella situación era insostenible. Tras largo rato se abrió la puerta y entró un hombre alto y uniformado que no tuvo contemplaciones para hacerle salir fuera. Debía ser ya por la mañana. Tras la oscuridad y el ahogo, se sintió herido por la potente luz exterior. El del uniforme lo subió a una larga superficie metálica y, sin mediar palabra alguna, tomó un largo cuchillo y le practicó un profundo corte en la frente por el que vertió toda su blanca sangre en una jarra de loza que aquel tipo puso a calentar en la cafetera.
- Aquí tienen sus dos cortados, señores ¿Desean algo mas?

26 comentarios:

Lena yau dijo...

jajaja!

Muy bueno, Queiles!

Me has pillado!

Un beso!

Ginebra dijo...

Un microrelato muy bueno y muy fuerte también, en el sentido de humor negro, ¿no?. Los partes de guerra no deberían existir. Besitos.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

"Partes de guerra". Asi llamo yo a los Telediarios.

Un abrazo.

Leznari dijo...

Fuertísimo post,dependiendo de como lo quieras interpretar.....
Por desgracia mía, acabo de terminar de leer el libro de "el niño del pijama a rayas" y zas...con tu escrito me transporte allí..a los campos.....
Saluditos.
LEZ

juan quintero dijo...

Y esto mismo continuan viviendo los indocumentados que se aventuran a cruzar las fronteras por lograr un mejor modo de vida para sus familias. Muy apegado a la actualidad tu escrito. Saludos.

Sonita dijo...

increible desenlace. muy bien escrito, ambientado y llevado a cabo!
un dulce saludo.

Anónimo dijo...

Impactante... tremendo final

Manuela Fernández dijo...

Francamente, creo que el otoño nos está afectando mucho. (guiño de ojo)

XuanRata dijo...

Escalofriante. Sobre todo pensar en lo que pedirán los señores a continuación para mojar en el café.

Kostas Vidas, poeta de cantina dijo...

Felicidades, me ha gustado mucho.
Es duro ser escalvo de tu sangre, pero más duro es el ser consciente de ello. Una razón más para vivir sin patria ni bandera.

Kostas Vidas, poeta de cantina dijo...

Por cierto, te pongo de enlace, con tu permiso, en el Poeta de Cantina.

Oteaba Auer dijo...

Conmovedor, escalofriante y por último el flemático humor inglés.
te has superado Queilles
besos:)

CriS dijo...

Me he quedado muda.. buen relato, escalofriante pero muy bueno... es que se me venían imágenes a la mente... puf

saludos

Maria Coca dijo...

Tremendo! Menuda forma de atrapar al lector...

Besoss

Ericarol dijo...

libre interpretación?

me supo a película de terror, de las asquerosas

besos!!

Jeanne dijo...

Yo prefiero una versión más suave...

Tu rehén no lo es, es sólo alguién que saluda a alguien que ha salido corriendo y que no podemos ver.

Tu rehén que no lo es, sonrie, pero no lo vemos ya que la sombra lo apaga, pero si, sonrie, si si si.


:-)

Jeanne dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Queiles dijo...

Jejeje Muchas gracias a todos. Me encantan vuestras aportaciones.
El protagonista del relato es una bolsa de leche (O un tetra brik, como querais) al que me he permitido la licencia literaria de dotarlo de conciencia.
Dos reflexiones:
- Mientras muchos sufren la mas cruenta violencia, otros tomamos tranquilamente nuestro cafetito.
- Por desgtracia,a muchos seres humanos se les otorga menos dignidad que a una bolsa de leche.
Besos y saludos a todos

Marilupy dijo...

Queiles!
Esto si que me deja turulata!
ufsssssss...

Por otro lado amigo, tengo un regalo para ti, si gusta por favor lo retiras de mi blog.

Besos!

en las nubes dijo...

me gustan mucho tus micro-relatos!!!
jajaja ese toque gore me encanta :D

Susana Peiró dijo...

Jajajajajá! Ya me parecía!

Estaba un poco desorientada con los comentarios iniciales, pensé que había entendido mal.

Pero tá, cuando leí tu aclaración, me cerró el relato. Muy pícaro nuestro autor!

Saludos cordiales!

la cocina de frabisa dijo...

Buenisisisimo, has conseguido crear una atmósfera increíble para que el final resultase apoteósico.

Enhorabuena!

Anónimo dijo...

Fuerte, doloroso, pero brillante y no para todos, derrama sangre y en ciertoa specto es un humor ácido que le hace cosquillas a la mediocridad y se burla de lo común, porque tu eres diferente y extraes de algo tan penoso la excelencia de hacerlo bello.

Anónimo dijo...

Ostras, Queiles, regreso y me encuentro un relato escalofriante. Estoy convencida de que mi proceso de deterioro neurológico sigue por buen camino porque no había entendido de qué iba. Una vez aclarado y leídas las observaciones, me parece aún más genial.
De verdad que estoy perdiendo la capacidad de simbolizar. Deberé visitar al neurólogo.
Me haencantado esta intrigante entrada.
Un beso

Dorian dijo...

hola wapa oye q t e puedto yaw en mi lista vale? a ver si mas gente entra y t ve! saludos !

Mixha Zizek dijo...

miuy buen relato, inesperado final, me gusta tu escritura es super buena, saludos