domingo, 4 de abril de 2010

Variedades y gustos.

Estaciones.
Érase una ciudad muy fria y gris a la que un dia, sin venir a cuento, llegó la primavera y se estableció allí por tiempo indefinido. Durante tres años hubo luz, alegria, sol y flores por todos los rincones. Así un dia y otro. Todos igual.
Por extraño que parezca, a los habitantes de aquel lugar se les hizo monótono.
Una mañana la primavera se marcho tal y como habia llegado, sin avisar.
Los niños de la ciudad, entusiasmados, miraban el cielo encapotado y al ver las nubes grises cargadas de agua decian: "¡Ohh! ¡Que bonitas son!"


5 comentarios:

Ginebra dijo...

Bueno, ¡qué decir! Manu Chao me encanta, las margaritas son una de mis flores por excelencia y la primavera, pues la esperamos con los brazos abiertos. Puede que se instalara aquí por años no fuésemos capaces de admirarla tanto. No solemos disfrutar de lo que tenemos, Queiles, ¡qué gran error!!!. Me encantó lo que dijiste.
Aún se resiste a llegar aquí. Los cerezos aún no tienen flores, dentro de una semana quizás llegue de verdad. Besos

El antifaz dijo...

Tiene que durar mucho este año para que digamos eso. Yo, estoy de nubes y lluvia hasta los ... esos.

Saludos.

Sonita dijo...

la primavera siempre trae consigo las más bonitas letras. (re)paso por este rincon y me encuentro con esa dulzura.
un abrazo dulce.

Anónimo dijo...

El ritmo de las estaciones es maravilloso, siempre he pensao que me aburriría vivir en el trópico, en un verano permanente.
Adoro los cambios de luz, de colores, y puestos a elegirme quedaría en otoño.
Un abrazo.

Maria Coca dijo...

Siempre deseamos lo que no tenemos. Nos aburrimos pronto hasta de nosotros mismos.

Un abrazo.