Incontable y continuo agregar de nuevos cauces, constante fluir que engrandece el extenso vaivén de los sueños. Flujo y reflujo fascinante. Ríos que se entregan para amamantar presagios , nuevas estrellas anegadas del inmenso abrazo, hipocampos… Como una suave brisa o como un universo condensado en sus profundidades.
La mas redonda perfección en el incansable estruendo y en la calma chicha, en el contorno de sus olas o en la legendaria energía que inunda los confines del alma.
Su cadencia de transparentes venas mece entre espuma y salitre un inseguro reino de esperanza.
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6 comentarios:
Agradable mar, muy acertadas palabras sobre el océano,y nuestros sueños de verano. Allí donde yacen dormidos las esperanzas y deseos nuestros al contemplarle.
Un saludo. Amapola.
Hoy es más difícil entenderte, pero aún así me ha gustado tu reflexión sobre el océano... He leído en tu Twitter el artículo de El País sobre el urbanista "Lo que cambia un lugar es la gente" y me ha gustado. Es interesante el punto de vista de este señor. Londres y Barcelona... ambas son geniales como ciudades. Besos de buenas noches, señor Queiles.
Puede alguien q ha nacido y vivido siempre tierra adentro tener nostalgia del mar? Puede. La tengo.
ahhhh! el mar!!! siempre me ha fascinado...
Saludos!!!!
Me sumerjo en èl a traves de tus letras...siempre paso de visita aunque no siempre tenga tiempo de dejarte mi abrazo
...
Un océano de amores...
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