lunes, 23 de febrero de 2009

Banderas.

Fantasía Histórica.


Érase un pequeño planeta azul , que albergaba en si una gran multitud de gentes. Pensaban y vivían de diversas formas sin que nada de ello supusiera enfrentamiento o recelo alguno. Aunque el planeta era pequeño, había sitio para todos y todos compartían generosamente su diversidad.

Un día surgió un hombre que creyó que su cultura y forma de vida era la mejor, y que merecía ser preservada de la contaminación que podían infringirle todas las demás. Como era muy locuaz, convenció a los de su cultura y se fueron todos a vivir a la misma ciudad que, rodeada de una gran muralla, tenia reservado el derecho de admisión.

A muchos otros les gustó aquella idea y también la adoptaron construyendo sus propios feudos, guettos y fortalezas selectivas y reservadas. En los grandes encuentros de sesudos pensadores aquello empezaron a llamarlo "Nacionalismo". A todos les parecía vivir en un paraíso particular. Fue entonces cuando el pequeño planeta que antes parecía suficiente, comenzó a hacerse pequeño de verdad, pues cada guetto fundado, pensó en apoderarse de todo para su uso y disfrute. Además se extendió una rara costumbre: El horizonte se llenó de banderas. Si te asomabas a la ventana , no veías otra cosa. Pronto se proclamaron los Derechos de las Banderas y solo ellas parecían importar.

Fué entonces cuando encontraron un anciano sabio perdido en un refugio de montaña. Aquel hombre era de la Antigua Era y nada sabia de todos aquellos cambios. Dada su sabiduría, quisieron saber que opinaba sobre la Nueva Era del Nacionalismo para así sentirse respaldados en sus convicciones.

El sabio observo tranquilo el paisaje y mirándolos a los ojos afirmó:

-. El nacionalismo sirve de máscara cuando se tiene miedo a ser distinto o cuando solo se pretende vender banderas.

18 comentarios:

Natalia Astuácas dijo...

Mi amigo Queiles ahhhhhhhhhh si el mundo en realidad fuera así... pero bueh... que al menos lo imagines y querás ya dice mucho de vos...
Un fuerte abrazo. Cuidate mucho.

Queiles dijo...

Amiga, creo que no lo has leido entero. Puede que hubiese un fallo de edición.
Besos

Natalia Astuácas dijo...

Pues síiii Queiles... ya vine a leerlo, (hace un rato no aparecía así) y no se si quedarme solo con la primera parte que emanaba esperanza, humanidad, compañía, reunión, comunidad... fue como una falsa ilusión... al terminar de leer lo que me faltó caí entonces es la dura realidad...
Así es la vida... Un fuerte abrazo, espero tengas una bella semana.

Unknown dijo...

Por eso añoro un tiempo de banderas trenzadas, de tal manera que no haya soledad....

Saludos!

Ginebra dijo...

Y despues del guetto y las banderas vino la necesidad de conquistar "otros guettos considerados inferiores" y reducir a otras razas también inferiores... a éso se llamó Imperialismo... Un beso de buenos días.

Camille Stein dijo...

bandera y religión, los grandes anzuelos donde descansa la mentira del poder

crear parcelas para su criminal abuso

paupérrimos rebaños en sus rediles

sosteniendo

la mezquindad y la miseria

de los que corrompen

la primera inocencia


un abrazo

Kostas Vidas, poeta de cantina dijo...

Digno cuento para el infantilismo humano. Cierto, nacionalismo, religión, esos dos clavos ardiendo, prolijos pretextos surgidos de complejos para enviarnos a cagar a la casa del prójimo.
Un saludo sensible.

nachocarreras dijo...

Cuanta razón.
Saludos.

Marilupy dijo...

Como diría mi abuela... una real realidad...

De nuevo nutriéndome de tus sabios escritos.

Un abrazo.

Ericarol dijo...

o sería mejor decir, una CRUEL realidad...

yo quiero un mundo sin fronteras y sin banderas.

besos

Queiles dijo...

¡Hola a todos! pero especial mente a Marilu y Ericarol que llevaban mucho tiempo perdidas.
Besos

Vere dijo...

Que buen ejemplo es tu cuento.... ya se lo voy a contar a mi hijo cuando vuelva...

Enseñar a ser tolerantes practicando la tolerancia... a veces cuesta pero supongo que es el camino... si al final todos somos distintos...

Un Abrazo Queiles...

Soy ficción dijo...

Es una buena reflexion, siempre pense q el Nacionalismo era pura debilidad, una enorme falta de amor propio...

Libélula dijo...

Hola Queiles,

Luego de tu visita, entro aquí y me ha gustado mucho lo que escribes! ¿Las fotos son tuyas? Son muy bonitas!

Te seguiré visitando!!
Besos, Libélula.

en las nubes dijo...

muy buena reflexion :D ayyy...

Maria Coca dijo...

Ese sabio lo era y mucho. Un cuento que trata sobre un problema grave de nuestros días. Me gustó el enfoque que ofreces, amigo. Un placer, una vez más.

Besoss

MRB dijo...

Bien dicho: El nacionalismo sólo nos vino a separar (aún más). Así lo vivimos desde que tenemos memoria.
Besos

CriS dijo...

¿Las banderas no son acaso excusas, escudos bajo las cuales parece que cualquier barbaridad está consentida y admirada?
Se me ocurren muchos otros lemas para una bandera y todos lejos del nacionalismo.

besos buen fin de semana