Para La Libertad.
Ella salió a la calle. Su enérgico caminar retumbaba en la histórica plaza de piedra y hubiera hecho volverse a los viandantes si acaso alguien hubiese circulado por allí en aquellas horas muertas del medio dia.Tan solo un rezagado adolescente dominado por su inmensa mochila, podía verse al final de la calle real. Como digo sus pasos eran seguros, rotundos, con la decisión que dan las ideas claras.Con la tenacidad de quien quisieran liberar al mundo de la pesada asfixia que aquellas centenarias piedras rezumaban. Su andar expeditivo llenaba de certeza su conciencia.Le hacia confiar en sus posibilidades.Le daba esperanza cierta.Esperanza de poderse liberar de toda decrepita atadura,de toda pretérita prisión que denostara los mas básicos derechos.
La verde esperanza se uniría a sus fuerzas para romper toda soga represora.
La verde esperanza se uniría a sus fuerzas para romper toda soga represora.
15 comentarios:
Sí, puede ser que la esperanza sea tan solo una forma de autoconvencimiento, una versión de esa ingenuidad que no conviene perder del todo.
Queiles, que bien escrito y descrito... y que final más esperanzador... Tus reflexiones me gustan cada día más.
"Para la libertad"
Me encanta ese poema de Miguel Hernández puesto en la boca de Joan Manuel Serrat.
Y su mejor verso es
AÚN TENGO LA VIDA.
M e encanta tu manera de escribir, haces que se vea al muchacho pisando firme, (pasos de juventud), sin ataduras tangibles y con la etérea sensación de que se tiene derecho a todo por que el mundo te pertenece. Un saludo, enhorabuena por el blog.
buena reflexion!
arriba la esperanza:D
besos!
Imposible romper todas las sogas represoras, imposible!!!!no sabemos vivir en libertad, decididamente no sabemos....
Un abrazo
Reparen que la soga de la foto es verde... como la esperanza
Y que siempre existan jodidas cuerdas que lo aten todo. Que lo compriman, que lo reveienten, que en lo envenene todos. Las jodidas cuerdas, sogas y guitas...
Saludos
Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.
Miguel Hernández
Andaba seguro, confiado de si mismo. Me gustó el post. Por cierto, ¿Estaba tambien libre de las ataduras de la duda y de la incertidumbre?
Un cordial saludo.
Yo creo que nadie podemos sentirnos con plena libertad, somos marionetas de unos grandes, únicamente, somos libres en sueños.
Un beso y feliz fin de semana.
me escaparé por el balcon con esa soga, es mi esperanza...
Viva la libertad!!! y todo lo que trae con ella.
Besos!!!
Viva la libertad!!! y todo lo que trae con ella.
Besos!!!
Pues yo no sé el meollo del asunto pero me hiciste recordar cuando estaba en la secundaria y al medio dia me tocaba cargar tamaña mochilota llena de cuanto útil escolar se te pueda ocurrir, yo era un ratón de biblioteca que quería ser la primera presidenta (mujer vaya) de México.
Aunque no lo creas me diste una especie de zape virtual...
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