viernes, 30 de mayo de 2008

Fin del mundo.

Al final de este viaje en la vida quedará nuestro rastro invitando a vivir. Por lo menos por eso es que estoy aquí. Somos prehistoria que tendrá el futuro, somos los anales remotos del hombre. Superviviente.
Años llevaba Tomás en aquella gasolinera y nunca le había pasado algo parecido. Bien es verdad que el surtidor estaba situado en aquel lugar en medio de nada y en aquella carretera secundaria que no se sabia muy bien para donde llevaba. El en concreto no lo sabia pero tampoco nunca nadie lo preguntó.
A pesar de todo solía tener un mínimo movimiento. De vez en cuando un desvencijado camión cargado de madera, algún que otro todoterreno de cazadores furtivos de quien sabe que especie, perdidos, adictos a las road-movies, fugitivos, presos fugados… Un bestiario tan peculiar como ralo. Pero en esta ocasión era preocupante. Hacia tres semanas desde la última vez que puso gasolina a alguien y aquella semana no apareció ni siquiera el tipo alto y desgarbado que traía los precios nuevos para el combustible .

Tomas, como cada mañana cruzaba al otro lado de la carretera para fumar un cigarrillo y luego volvía a sus escasos quehaceres. En realidad solo revisaba pues nada se había usado. Acabada la ronda se sentaba a leer los periódicos manoseados de la cantina de los que el más reciente tenia ya catorce días cumplidos. Cuando el sol se ocultaba en el horizonte, su mejor opción era apagar aquellas bombillas de la fachada, mortecinas por el polvo acumulado allá desde el jurásico, e irse a dormitar al cobertizo.

29 comentarios:

Arqueck dijo...

Y de pronto llega Bardem con su monedita por sí o por no.

Queiles dijo...

Vale , bienvenido sea Juan Antonio Bardem y sus maravillosas películas, incluida bienvenido mister Marshall

... dijo...

Ay Dios... ¡Espero no tener una pesadilla!
Este relato me recuerda esas películas que al llegar a una gasolinera sale un hombre feo-feo-refeo, con la ropa sucia, medio pelado, que al sonreír le falta un diente y te encierra en el sótano donde sólo hay un vidrio con telarañas (muy alto) por donde entra un rayo de luz mientras baja una rata por la pared. (brrrr)
¡Menos mal que esta noche no ando triste! (Sino me termino de deprimir)
Lo bueno de Tomás es que lee el diario de catorce días atrás. ¡Es buenísimo!
¿Era soltero?
Besos Queiles, me encanta encontrarme algo nuevo.

... dijo...

Ah Queiles, espera, me faltó decir...¡Me gustó!
Es que ese "lo bueno de Tomás" parece que es lo único bueno del relato y yo me refería a que "no se entera de lo que pasa, así que no tiene que preocuparse al final de la noche"
Ahora sí, me puedo morir tranquila jajaja. Además, son las 3.00 am y mi carácter de lechuza no me permite quedarme callada.
Un beso, me voy porque me da vergüenza con los que comentarán después; sino sigo, como el loro Perico.

XuanRata dijo...

Si no apareció el tipo alto y desgarbado, eso es que al fin se agotaron las reservas de petróleo. Por tanto el pobre tipo de la gasolinera ahora es millonario ya que los pocos litros de combustible que le queden se estarán cotizando a sumas astronómicas. Pero perdido "in the middle of nowhere" nadie llegará para comprárselos. Así se extinguirá calladamente. Rico y sin saberlo. Como cualquiera.

Ginebra dijo...

Queiles, entre el del puesto de fruta y Tomás, ¡vaya vida sosegada y tranquila!!!!!.
Me daré una vuelta por la gasolinera y le haré gasto al tal Tomás. Iré con falda corta, tacones y escotazo, para hacerle el día un poco más llevadero, jejejejej.
Además le llevaré prensa del día y alguna caja de Heineken bien fría... ¡me da lástima el pobre!!!!
Besos

Sara dijo...

Que buena Queiles...las ideas se agolpan en mi mente y todas quieren salir a la vez, me daría para comentarte mucho, que texto!!! estás inspiradísimo...
Esto que le pasa a este trabajador, es por el precio del petroleo,jajajaja, como esto siga así... muchos estarán como Tomás, ¡que horrorrrrr!!!!

Y creo que me ha recordado ¡un pelín! a esa frustración de la que hablamos en mi blog...me lo imagino con tanta rutina, tanta soledad, uf!!!

un abrazo amigo

Queiles dijo...

Este relato me ha salido mal.
Tiene doble sentido: Tomás vive como en el fin del mundo y además no aparece nadie por allí por que ocurrió una gran catástrofe que acabo con toda la humanidad ( El fin del mundo ) dejando solo a Tomás sobre la faz de la tierra.

Paz dijo...

Y hace 14 días que sólo en el mundo se ha quedado Tomás, sin saber su fortuna y su desgracia, suerte de sobrevivir, maldición de la larga soledad...

Un abrazo! gracias por pasarte por miblog, es un pacto entonces, ni tu ni yo dejamos de escribir, por ciertto, no te salió mal, esta perfectamente entendible tu relato ;)

Camille Stein dijo...

un argumento estupendo para una película... después de una letal epidemia que extermina a la humanidad, después de un holocausto nuclear de proporciones apocalípticas... Tomás, el último habitante del mundo, revive en solitario sus bestiarios particulares, trazando sin quererlo el último testamento de toda la humanidad

un abrazo

Abriles dijo...

Estas inspiradísimo, cómplice!!!
Jajaja
(ese fue un guiño)
Muy, muy bueno
Lo sabes, adoro tus descripciones
Un beso

Anónimo dijo...

No Queiles, doble sentido no...tiene más sentidos, ya que cada uno de nosotros hemos interpretado la historia con muy diferentes significados , asi es que no te ha salido nada mal, a mi me parece muy buena.
Darte las gracias por leerme, y te aseguro que a Sara la costó mucho pero que mucho convencerme para hacer el blog, pero es tan cabezona...entre otras cosas, porque se necesita mucho tiempo para poder corresponder a vuestros comentarios y visitas, y entre el trabajo en la mina y otros menesteres, a los que me dedico altruistamente me queda muy poco tiempo, pero intentaré estar a la altura que os mereceis.
Un saludo

XuanRata dijo...

Pero Queiles ¡¡te parece poco fin del mundo que se nos acabe el petróleo!! Por dios, por dios.

(perdón por reincidir en el comentario, no volverá a suceder)

Queiles dijo...

Perdón a todos, olvide que uno es el que escribe y otro el que lee e interpreta. He sido un poquito dictador prtendiendo que solo se interprete lo que yo quiero. Perdón otra vez.
Xuanrata, reincide todo lo que quieras, me gustó mucho esa idea de morir rico como todos, sin saberlo. Respecto a lo del petroleo
si no hay motores, tenemos velas.

Llevas razón solrak, además normalmente eso es lo que busco. hazle caso a Sara, ya me encargaré yo de apoyarla. Me interesa muchsimo tu punto de vista y me gustan tus poemas.

Gracias mi cómplice, la loca inspiración me asaltó mientras cenabas, ya sabes como soy para esto.Un beso
Camile,jaja el pobe Tomás testamento de la humnidad sin saber siquiera donde conduce la carretera. Muy bueno por tu parte.

Gracias Paz y bienvenida. Neceitamos un poco de paz. De acuerdo, queda firmado el pacto.

Sara siemprte intento picar para que afloren a la superficie mchas cosas, como las que aportas tú.

Ginebra, jajaja como te presentes así y con una Harley Davison creo que le voy a quitar el puesto de trabajo a Tomás,jajaja.

Vivian, serias capaz de escribir una novela con cada regalo, no te para de bullir la mente, chica. Vuelve cuando quieras (Que es lo que sueles hacer.

Bardem (Juan Antonio) con Berlanga harian buena película de esto

Besos a todos.

Pequeña Ainhoa dijo...

Como buen bloggero estas por ahi com muchas noches y te deseo un buen fin de semana-
Da gusto pasar por los blogs de los amigos.
Un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.

Queiles dijo...

¡Gracias Loly! lo mismo digo, se está como en familia. Un beso hasta el cielo

Manuela Fernández dijo...

Efectivamente en tu escrito se puede entender que se acabó la humanidad y Tomás no se enteró, sin embargo yo voy más allá y me da por pensar que en tu texto también se refleja la cantidad de personas que viven ajenos a lo que pasa en el mundo, se hacen "su propio ranchito" como diría Boris Izaguirre y consiguen vivir en un mundo paralelo.
Un saludo.

siempre el mar dijo...

Te superas cada día Queiles, me encantó el relato y me pregunté: ¿cuantos Tomás habrá?, me han dado ganas de ir a en su busca y contarle todo lo que no conoce aunque seguramente dejaría de ser feliz y me odiaría por romper su espera.
besitos.

María dijo...

¿Tú crees que puede llegar el fin del mundo? mejor no pensar ésto a estas horas de la noche que sino luego me entran pesadillas jajaja.

Lo que sí pienso es decir a ese tal Tomás: "no fumes que el tabaco mata".

Saludos.

Queiles dijo...

Si Manly, son otras formas de fin del mundo.

Siempre el mar, la ignorancia, para el que la elige, puede ser una forma de flicidad.

Si maria, prefiero que tengas dulces sueños. Y fumar es peor aún si trabajas en una gasolinera jajaja

Besos a las tres

Carola. dijo...

Feliz Tomás que vive ajeno.
El mundo de cada uno termina, no obstante, donde cada uno lo limita.
Besos de domingo soleado.

TORO SALVAJE dijo...

Tiene mucha fuerza ese relato, y un halo de misterio que engancha.

Muy bueno.

Saludos.

Queiles dijo...

Hola carola, la independencia es un gran tesoro. Cierto, por fin salió el sol. Besos

Torosalvaje, me halaga una opinión positiva venida de un maestro del minimalismo poético como tu, gracias.

Kate dijo...

Me encantan las historias de carreteras olvidadas... has descrito de maravilla la soledad de Tomás, y su resignación... Gracias por tus relatos!

Anónimo dijo...

Este hombre llevaba años siendo un superviviente... ni dos días aguantaba yo en esa gasolinera.
Muy buen texto

www.poemasparamiamor.blogspot.com dijo...

me he permitido enlazarte, me ha gustado lo que he leido de tu blog.

Anngiels

www.enmemoriadetuamor.blogspot.com

Anónimo dijo...

A momentos pensé, que genial vivir una vida sin prisas, colmada de ocio, maravilloso... pero luego, que triste vivir esta vida sin prisas y colmada de ocio en soledad, solo... abandonado (esa fue mi lectura). No, que triste.
Precioso texto estimado Queiles.

Un fortísimo abrazo

Mediterráneo dijo...

Pobre Tomás o ¿tiene suerte Tomás?
Gracias a ti, dejo de ser un hombre anónimo y ahora esta un poco más acompañado, es el protagonista y nosotros los espectadores.

Muy buen relato. Un beso

Abriles dijo...

y este que era el titulo de una de mis pesadillas,aquella vez que enfermé, la primera