martes, 5 de marzo de 2013

Rituales.


El llamado del bosque. 
Desde tiempo inmemorial habían atribuido propiedades mistéricas a aquel frondoso bosque. Especialmente a la poza que, justo en su centro, formaban las aguas de un pequeño arroyo de montaña. A ella acudían a bañarse, en las noches de primavera, las mujeres de todos los poblados de la comarca. Dicen que ese baño ritual limpiaba de sus memorias las cicatrices de los desamores sufridos en el año anterior. Los hombres no disfrutaban de esa posibilidad y hasta se creía que ellos no la necesitaban. En contrapartida, las hojas y las ramas de los árboles y la maleza los hacían invisibles cuando estos se veían acosados por el miedo. De esa forma, aquel pequeño bosque estaba siempre lleno de gente en primavera. 
No era raro que muchas mujeres también quisieran disfrutar de la invisibilidad que proporcionaba la vegetación y que muchos hombres se bañaran en la poza a escondidas, minutos antes del amanecer. 
Así cada uno fue forjándose en los deseos y debilidades del otro.

 

4 comentarios:

GEORGIA dijo...

"Así cada uno fue forjándose en los deseos y debilidades del otro"

y así por los siglos de los siglos...un fuerte abrazo

anemonadelviento dijo...

El estilo me recuerda al de las microhistorias de Eduardo Galeano. Es un tanto contradictorio lo que sucede en los modos en que hombres y mujeres vivencian los desamores. Y, a veces, parece tan breve el encuentro y la coincidencia.

José María Souza Costa dijo...

Invitación - E
Soy brasileño.
Pasei acá leendo , y visitando su blog.
También tengo un, sólo que mucho más simple.
Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
para ti, un abrazo desde Brasil.
www.josemariacosta.com

Amapola Azzul dijo...

Qué bello relato. Enhorabuena.