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A medida que el muro era derruido, sus restos renacian en materia prima para construir nuevos muros en lejanas fronteras donde crecen, separan, dividen, matan... Abren viejas heridas, provocan otras nuevas y se empeñan en oscurecer el horizonte.
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6 comentarios:
Y seguimos creciendo los muros que nos separan... sin saber que con el sólo toque de un dedo, una lágrima, un respiro, permearíamos la distancia y quedariamos unidos
Besos poeta!!
Muchos muros que derrumbar.
saludos!
Celebramos la caída de uno y no paramos de levantar otros, es increíble.¿De qué nos felicitamos?
Un abrazo.
Hay que derrumbar muros, tanto físicos como personales.
Es verdad, se conmemoran los veinte años de la caída del Muro de Berlín, todo homenajes y esas cosas, pero ciegos a los muros que se construyen,igual de vergonzosos que el de Berlín... El de Gaza por ejemplo, ¿y que hacemos????? NADA o más o menos NADA.
Besitos, Queiles.
Todo es un círculo vicioso, como bien relatas.
Besoss
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