Cronología.
Cuando liberó su muñeca del reloj la miró desnuda y marcada por la correa. Pensó en el tiempo que perdía sin fijarse en nada. Dejó el reloj en el cajón donde guardaba todos los anteriores. Y el tiempo, una vez más, volvía a tener un nuevo color y una distinta medida.jueves, 27 de agosto de 2009
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13 comentarios:
Ummmm, preciosa canción y preciosa reflexión. ¿sabes? yo guardo mi reloj en el cajón de mi mesilla el mismo día que me dan las vacaciones (sólo me lo pongo para ir a correr) y lo cojo el día en el que empieza el curso... es fantástico no depender del reloj, sino de los instintos y del sol... un beso enorme para usted, señor Queiles.
p.d. esa armónica suena muy bien!!!!
...guardar el reloj es una de las mejores satisfacciones...y esconder el despertador??? ni te cuento!!!...mira que llevamos tiempo juntos, pero nada, que no llegamos a un acuerdo...un abrazo...
Llevo tres semanas con el reloj en la muñeca pero sin hacerle ningún caso, sin mirarlo.. un lujo a permitirse solamente en vacaciones.
Un beso
somos exclavos de él. Nos podemos quitar el grillete de la muñeca, pero siempre hay un tic tac traicionero que nos delata.
Estupenda foto.
Recuerdo a Michael Ende, Momo... me gusta mucho tu brevedad.
Yo, como Ginebra, guardo mi reloj cuando empiezan las vacaciones. Sin embargo, tardo muchos, muchos días en errar sobre la hora que es. Sin reloj sigo calculando casi perfectamente la hora. Es como si me hubiese tragado un reloj y se hubiese instalado en mi cerebro para recordarme que estoy marcada por el tiempo.
A medida que pasa el verano y, a base de ignorar a mis dos relojes, voy equivocándome, creyendo que son las 6 cuando son las 7 o que me he despertado pronto y es tarde y, según pierdo el control del tiempo, me voy relajando, relajando hasta permitirme perderlo sin hacer nada...
Un beso, Queiles
A mí me gustan los relojes...me gusta ser puntual y me gusta sentir que he invertido el tiempo en hacer cosas, creo que una parte más de lo que significa estar vivo. No creo demasiado en que sea el tiempo el que nos domina, más bien me gusta pensar que el tiempo es como el crédito que tenemos en nuestra tarjeta vital: si sabemos invertirlo bien, tendremos más y podremos disfrutarlo de muchas más maneras.
sALUDOS
Y eso sin contar el tiempo que perdemos fijándonos en el tiempo, ese tiempo que nos fija.
Y qué hermosa foto: ese huevo incendiado.
Hola Queiles¡¡¡
Despues de leerte lo primero que he hecho ha sido quitarme el reloj jajaja.
Besos.
ese tiempo ladrón que nos quita hasta la amgustia, y que siempre va con una media en la cabeza atracando a mano armada...
encatador como siempre
saludos
Un globo al caer la tarde espera la noche para echarse a volar. No cuenta las horas, sólo aguarda.
Un beso
Esperemos que logre olvidar también el cajón
un abrazo
Habría que liberar a todas las muñecas de su triste destino.
Besos
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