miércoles, 17 de septiembre de 2008

Riquezas.

La Lotería.
Rascaba la superficie del boleto como marino de oriente que frota una lámpara dificilmente maravillosa. Su ímpetu no haría crecer sino la desilusión al leer " Siga jugando" en el interior de la papeleta. Pero aquel día hubo suerte. El genio de la lotería brotó de la lámpara para conceder un deseo al estupefacto jugador. Este, aún sin creerlo, pidió se le concediera una especial semilla que, sembrada en su corazón y pacientemente regada, creciera en frondoso árbol que ofreciera sombra al caminante y cuyo fruto,digno de sus raices, embriagara de fraternidad a quien de el comiera.
El genio,contrariado por tan extraño deseo, salió del paso convirtiendo en árbol al jugador. Desde entonces, en algún lugar del camino, hay un árbol aliado con el viento, cuyas ramas susurran leves cantos de serenidad y esperanza en nuestros atronados oidos.

15 comentarios:

Leslie dijo...

Que hermoso!!!
Tienes una linda forma de ver las cosas, y una excelente manera de expresarlas...
Creo que todos, en algun momento nos hemos sentido acariciados por el canto de un arbol en conjunto con el viento y nos hemos sentido seguros en bajo su sombra...
Saludos!

XuanRata dijo...

El árbol de la sabiduría, el árbol del bien y del mal...los frutos del árbol siempre han tenido mucha enjundia. La pena es que me temo que el árbol del que hablas solo podrá mantener sus cualidades mientras permanezca en secreto su localización. De lo contrario pronto sería patentado y explotado en exclusiva.
Trataremos de dar con él antes que ellos.

Oteaba Auer dijo...

Hasta el genio se extrañó siendo que vivimos en una sociedad donde prima el tener al ser; sin embargo Queiles, con este precioso relato dejas patente que todavía hay árboles que nos cobiajan bajo la serenidad y esperanza de sus ramas
Besos

Ginebra dijo...

Es precioso lo que escribiste y utópico también. ¿alguien que no pide riquezas y cosas materiales???? No puedo creerlo, pero me gusta mucho la idea. Espero encontrar ese árbol en el camino, tumbarme en su sombra y relajarme, volar con el viento que sopla y mueve sus hojas.
¿sabes tú dónde está ese árbol?. Besos

Anónimo dijo...

Qué bonito relato, Queiles...¿para qué comentar?
Me ha dejado una maravillosa sensación de bienestar.
Un beso

Manuela Fernández dijo...

Tu relato es una bonita alabanza a la generosidad (virtud que está hoy en día en desuso)
Bss.

Maria Coca dijo...

Cuánta belleza en tan pocas líneas... Me gustó. Un relato muy sugerente y plagado de viento.

Besoss

juan quintero dijo...

Un arbol que acompañe al caminante en su soledad. Un saludo.

Nancy Fabiola Velasquez Cosenza dijo...

Un arbol sabio ahora que te acompaña en algun lugar del camino dandote su sombra y su resonar al paso del viento es una buena forma de ver las cosas ..frondoso ,sano con grandes raices asi tiene que ser una buena vida .besos encantada de visitarte..
Nancy

இலை Bohemia இலை dijo...

Que generoso...
Bendita sea la gente que desean semillas para sembrar cosas buenas...

BSS

Gizela dijo...

¡Que lindo!
Lindo y esperanzador.
Ojala ese árbol, se multiplique en los caminos.Porque los ruidos que atronan, crecen cada vez, en más decibles.
Un abrazo
Gizz

La Dama Zahorí dijo...

Ojalá algún día encuentre ese árbol, y me entierren a su sombra.

Bellísimo post, adoro los árboles.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Lindo encontrarse de vez en cuando en el camino a esos arboles, cuya sombra nos cobije de los inmisericordes rayos del sol, y de las negras flechas del egoismo.

Un abrazo.

Sombra de Luna dijo...

YO tendria muy claro lo que pedir si encontrara ese arbol...y te aseguro que no seria nada material!
un abrazo

CriS dijo...

La loteria la tenemos delante, dentro, encima de nosotros... porque hemos ido a caer en gracia y tenemos tanto... tantísimo...