lunes, 2 de junio de 2008

Ecosistema

!Oh, gota de rocío  no dejes de caer para que el amor mío siempre me quiera tener.    Generalife en verano ( Alhambra de Granada)

Mundo Batracio.
Nada le afectaban el anonimato y la pequeñez , incluso podía superar la insignificancia.Tan solo necesitaba sentirse vivo en su diminuto y fresco reino de verdor.Él, hasta pasaría desapercibido en su confortable paraíso, en su pequeño planeta de nenúfares verdes, a la sombra de flores blancas . Imaginen su privilegio, sabiendo que quizá pronto se extingan los paraísos , los nenúfares, las flores y hasta el color verde.
Nada mas necesitaba. Sabia que el latido de su corazón era bien recibido al otro lado de la tierra.
Por eso no quería que lo besaran .No sea que la metamorfosis a príncipe desmoronara su noble mundo de batracio feliz.
Y un dia aquel latido atrajo a su princesa...

29 comentarios:

Sara dijo...

Para mi...como para el sapito de tu texto, ese feliz batracio, es también un privilegio esta imagen...me encanta!no lo puedo resistir, tengo fijación y puedo quedarme horas y horas mirando a los nenúfares, ¡que bonita imagen!
Y si ese sapito no quiere ser besado...no seré yo quien lo haga,aunque me cachissss...yo que nunca creí en los principes... ahora vienes tú, y nos hablas de éste, nada , en fin!!!me resisto a la tentación de convertirle en principe, que siga tranquilo en su mundo verde.
Genial!!como siempre!!!mi ELOGIO jejejeje para ti porque lo tienes bien merecido.
Un abrazo amigo

Camille Stein dijo...

cada príncipe es rey en su mundo

cada mundo es infinito y complejo

... el tamaño del reino, aunque diminuto, transita por el territorio de un sueño

exquisito y confortable mundo

un abrazo

Queiles dijo...

Gracias a los dos. La foto la tome en el Generalife de Granada y siempre quise escribir algo sobre ese sapito. Xuanrata me lo trajo a la memoria el otro dia.

Anónimo dijo...

Y es que la tranquilidad de ser pequeñitos y no meternos en problemas de gigantes también es agradable.

María dijo...

Cada persona yo creo que nos sentimos, unas veces diminutas, y otras veces, un poquito más grandes en nuestro reino, e, incluso, también, alguna vez, quisiéramos convertirnos en personas transparentes para dejar de ser visibles.

Es el mundo de cada uno, es el mundo de cada cual, es la vida un mundo, es el mundo la vida que hay, no hay otra.

Saludos.

... dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
... dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Buenas noches Queiles, me parecen fantásticos tus textos, que pueden en ocasiones interpretarse como parábolas, el pequeño batracio se siente feliz en su pequeño mundo húmedo y con esa felicidad, tal vez pequeña para otros, el es feliz, pero también puede ser que tenga miedo a salir de su pequeño reino por miedo de no ser capaz de controlar lo que pueda encontrar en el "reino" que su "princesa" le puede ofrecer.

seguire pensando y reflexionando sobre el tema.

Bonita foto y muy acogedor reino según para quien.

Un abrazo.

... dijo...

Queilesss
Ando como maleta de loco. Lo que no entendí fue la asociación entre Xuanrata y el sapito.
Primero, le tengo fobia a los sapos (y sus mujeres) pero admito que la foto es una belleza, de lejitos ehhh.
Me ha gustado mucho la ternura y filosofía del señor batracio, quién te quiera que te acepte solitario, diminuto, insignificante, “charlatán”, en un reino de verdor, o no...¡Sapo, y a mucha honra!
¿Lo entendí?
Como siempre, volveré. Ni bien acomode el lío que tengo.
Un beso de rana... ¡Nene! jaja.

... dijo...

¡Perdón Queiles! Prometo que no borro más los comentarios. ¿Me perdonas?
Otro beso.

Queiles dijo...

Vale Vivian, pero que sea la última vez, eh? JAJAJA

Si es qe quieres escribir mucho y a ver, pasa lo que pasa

XuanRata dijo...

Gracias mil por no salvarme. Pero por favor, ¡déjense ya de cuentos y no me hagan más publicidad!

El batracio rebelde.

Queiles dijo...

Gracias Xuan
un comentario tuyo inspiró este breve.y hay por acá quien cree que tu eres el batracio. Ahora tu lo acabas de arreglar JAJAJA

Rolando Escaró dijo...

vaya que si le sirvio el saber valorar todo lo que lo rodeaba...

More dijo...

Siempre que veo uno de esos anfibios, me pregunto, se convertirá en príncipe si yo lo beso?
Pero nunca lo hago. Son tan feos lo pobres ... y están tan solos.
saludos,

Maritza dijo...

Que bella foto Queiles, y el sapito posando al lado de esa flor esperando a su princesa y la evocación de cuentos infantiles
Por todo un abrazote

... dijo...

Nooo, no es que haya querido escribir mucho...¡Es que escribí cositas demás! (Por eso lo borré) Ya entendí lo de Xuanrata...¡Con razón!
Nos vemos para el fin de semana. Besos.
¡Gracias por perdonarme, irás al cielo!

Anónimo dijo...

Si comparte su reino con su princesa seguro que será aún más feliz, no tiene porqué abandonar tanta belleza, compartida le será todo aún más bello.

Qué cosas tan tremendamente grandes y bonitas se puede sacar de tan poco

TORO SALVAJE dijo...

A ésto se le llama creatividad.

Es un don tener la capacidad de crear tanta belleza partiendo de una fotografía.

Te felicito.

Saludos.

Sara dijo...

Queiles que pillín eres... ¡por fin!!!apareció la princesa, te habías olvidado de ella?

Yo de ti no eh! un abrazo amigo

Marcelo Munch dijo...

Señor Queiles, mis loas y agradecimientos por este bellísimo texto. Los respetos vienen tsmbién de la mano.

Saludos anónimos y cordiales.

Queiles dijo...

bienvenida More baker.
y saludos y agradecimientos a Solrak, digler, maritza, lúcida y toro salvaje.
me agrada muchiiiisimo que vengan a verme, de verdad
Sara yo tampoco de ti, gracias
Solrak, no se que pasó pero ahora si que te enlacë

Ginebra dijo...

Queiles, creo que no hay nada más sabio en la vida que estar conforme con uno mismo, sin caer en la vanidad, sólo conformarse con lo que se es y se tiene, ser feliz. Sin aspavientos.
Realmente tu sapo era un príncipe desde su estanque y sus nenúfares, no me extraña que encotrase a su princesa.
Besos a montones.

Abriles dijo...

Disculpa querido Cómplice por llegar Tarde.
No soy una princesa ni por asomo. Pero ando por la vida besando batracios. Lo hago de puro cariño, los amo así sabes.
No voy buscando el azar de una metamorfosis, es más, tambien le temo como el protagonista de tu historia.
Ando por la vida besando batracios anonimos, pequeños. No me inspirarían lo mismo una vez hechos príncipes, pero daria lo mismo, hechos príncipes tambien se olvidan de mí.
Pero soy testaruda y lo sigo haciendo, puede que, en una de esas, tenga la suerte de que siga siendo, después del beso, un batracio feliz en su reino de verdor.

María dijo...

Hoy me voy un poco triste de tu blog porque hoy no leo ningún post nuevo, pero te dejo mis saludos.

Pequeña Ainhoa dijo...

Mis saludos y un fuerte abrazo y beso Queiles, tengo que ponerme al dia con los blogs, ultimamente no tengo mucho tiempo, te agradezco profundamente tus visitas, tu apoyo y cariño.
Un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.

Queiles dijo...

Mi muy querida Cómplice Abril.Es imposible que llegues tarde. Este batracio republicano es muy feliz con ue no seas princesa y con tus besos que no pretenden cambiarlo sino quererlo. Besos

Queiles dijo...

Gracias Loly, ven siempre que puedas eres bienvenida.

Maria no me digas eso, ahora mismo estoy escribiendoalgo.
Besos

Abriles dijo...

mi batracio, el batracio de mi vida!
extraño tanto escucharte cantar