Tedio.

Domingo por la tarde.

Tendria que dejar ya de estar asomado a la ventana. Casi toda la tarde me he dejado llevar por la inercia de su tranquilo paisaje y cuanto más estoy aquí, apoyado en el alfeizar, viendo las nubes negras que bajan de la sierra, más me extasio de aburrimiento. Podria seguir con la interesante novela que estos dias leia con fruición, es francamente buena. Quizá deberia ir hasta el espejo del baño y afeitar esta barba de tres dias que ya empieza a picar... o vagabundear un rato por los alrededores,navegar en la red, o salir al cine, aunque estos dias la cartelera carece de la más mínima atracción. Puestos a no saber que hacer podria llamar a alguien por el mero hecho de perder un rato hablando... ¡En fin! ¡Mira!, el chico de la vecina viene con la nariz chorreando sangre y casi tropieza con su abuelo que pasea con el estruendo del Carrusel Deportivo colgado de su oreja buena.