domingo, 20 de abril de 2008

Eclipse

Invisibles son los hilos que manejas. Un encuentro fugaz
Un sortilegio amenazador calmó mis antiguas heridas por un rato. Me arrastraba y lo temia al mismo tiempo. Su estruendo era melóldico. Su seguridad suave y titubeante. Parecia haber despertado aquella misma noche al mundo. A una existencia de llovizna y viento, con la ligereza y la frescura de una idea totalmente nueva en un mundo irremisiblemente condenado al sarcasmo. Y era eso lo que me arrasrtraba sin plantearme dudas, lo que hacía de mi un esclavo libre de sus viejas ataduras. Fue un viento fugaz, un embrujo sutil que todavia me llena de vida.

No hay comentarios: