Quien quiera que seas - jorge drexler
sábado, 4 de febrero de 2012
Yuyal.
No sabían si el yuyal entero nacía del vaivén de su falda o si acaso era una de esas sirenas de tierra adentro que en las noches de luna llena recorrían los bosques de mango de aquel país mediterráneo entonando sus agudos y dulces cantos. Cuando suenan sus voces; las ranas, las cigarras y hasta el mismo Ybytyruzú guardan admirado silencio.
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1 comentario:
Qué bonito!!!
La imagen también estupenda ;)
Un abrazo!
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