viernes, 16 de mayo de 2008

Amor sin fin.

Sin querer se hace una ofrenda, que pacta con el dolor o pasa un ángel, se hace leyenda y se convierte en amor. (Angel para un final. Silvio Rodriguez) Cartas
Ya hacia treinta años que Evaristo era párroco de aquel pueblo en la ribera del Guadalquivir. Los mismos que, cada mes y sin falta, escribia secretas cartas de amor a Aurora, la maestra. Tomaba siempre la precaución de redactarlas a máquina y de ir hasta la capital para depositar sus misivas en un buzón de allá y guardar así la mayor discreción. Ella guardaba aquellas cartas en una caja azul de cartón y eran su tesoro más secreto.

Cuando Evaristo murió, ella ingresó en las Carmelitas.

19 comentarios:

angela dijo...

Preciosa la historia, y el secreto con un final ´muy especial.Gracias por tu comentario ¡Volveré a leerte!.Un saludo de Angela

María dijo...

¡Qué historia de amor más bonita! ¿pero esta historia es real?, fíjate me acabas de recordar a aquella serie que echaron en televisión hace ya años, titulada "El pájaro espino" entre el amor de una mujer y un cura ¿tú la llegaste a ver?, o la que están echando ahora en la tele, titulada "La señora" que también va de ese amor.

De todas formas, son personas humanas para lo cual ¿por qué no van a poder sentir el amor hacia una mujer?

Un beso.

charmante dijo...

Qué historias tan bonitas....

Mediterráneo dijo...

Historias de amor... secretos de amor... historias que por estar guardadas no son menos importantes!

Saludos

Sara dijo...

Pero a ver... porqué no la proclaman a los cuatro vientos?
Cuantas historias de amor secretas a lo largo de los mundos...si el amor es para ser feliz no??? secretos de amor...que juego cruel.

un besito Queiles pasa buen finde

Pequeña Ainhoa dijo...

muy bonita esta historia, a pasar buen fin de semana y preparado para escribir pronto.
Un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.

Anónimo dijo...

Amor sin fin... qué título tan acertado. A veces creo que sólo son los amores platónicos los que nunca se acaban.

Manuela Fernández dijo...

Tal para cual.

Esteve Gallardo dijo...

LA HISTORIA DEL DESAMOR..... VIEJA COMO LA HUMANIDAD
FANTASTIC BLOG, MUY CHULO
ENHORABUENA
ABRACITOS

Kate dijo...

Qué triste y qué bonito a la vez... Merecen la pena los amores platónicos? No es mejor como dice Sara, gritarlo a los cuatro vientos? Un saludo y gracias por pasarte por mi blog!

Queiles dijo...

Lo que escribo son apuntes de realidad y ficción. Todos mis breves toman ingredientes de ambas y los mezclan con distintas recetas. Solo un texto es totalmente real, "Silvia" (Mujeres)
Gracias por todo a Angela, Maria,Charmante, Mediterraneo,Sara pequeña Ainhoa y Lúcida. Es siempre grata vuestra compañia.
Bienvenidos Mari Carmen,manly y steve estais en vuestra casa.

BESOS y buen finde a todos

Queiles dijo...

Saray Kate es cierto pero los amores platónicos no siempre son secretos. Este es secreto quizá por las circunstancias, por el miedo al cambio o simplemente por que quiso ser así. No lo se, aunque lo he escrito yo, para mi es un misterio lo que se encierra en el interior de estos ds personajes.
Carmén, que bonito es Priego, acabo de ver tus preciosas otos. Gracias.

Pilar dijo...

Quien pudiera leer esas cartas...
Gracis por tu visita

MRB dijo...

Triste destino el de Aurora.
Besos,
Shanty

XuanRata dijo...

Tal vez la historia sea ficción pero esa caja de cartón, azul, existe de verdad y contiene aquellas quimeras secretas que nunca venderemos a la luz.

Qué foto tan evocadora.

Carola. dijo...

¡Ay, qué cosa más triste, QUEILES!
Cómo sabía la joía quién le escribía cartas, como decía Cecilia.
Besos.

... dijo...

Buen díaaa!
¡Qué linda historia de amor! El final justo para un secreto tan bien cuidado.
Si yo hubiera sido Evaristo me hubiera ido lejos con Aurora. (Ay Dios, si me oye la iglesia)
Un beso Queiles.

Queiles dijo...

Me alegro verte ota vez Vivian, me encanta que vengas.

Eso deberian haber hecho, y hasta la iglesia lo hubiese entendido pero ya sabes que el corazón tiene razones que la razón no entiende. Más besos

Abriles dijo...

mi niño, nunca comente esta entrada, me parecio siempre tan sublime, queria que lo supieras, señor con nombre de río, perdone usted estas lágrimas